Duerme, que viene el coco

martes, 14 de marzo de 2017

TRAS LA VALLA, ABUELO.

El desfile militar estaba a punto de comenzar. A lo lejos resonaban los tambores y trompetas de la banda de música, cuyos acordes se acompasaban y confundían con los latidos del corazón. - Quédese usted tras la valla, abuelo. Esto va a empezar. "¡Abuelo!", pensó el hombre de franca mirada, mientras observaba al joven y gallardo soldado que le había instado a ocupar un lugar seguro. ¡Le quiso decir tantas cosas! Le quiso decir que su piel no fue siempre arrugada como cáscara de nuez, que una vez fue tersa. Le quiso decir que sus manos, ahora deformes por la artrosis, fueron fuertes para trabajar, pero también acariciaron cuerpos frescos y hermosos. Le quiso decir que hubo un tiempo en el que su hoy espalda encorvada se erguía como el mástil de una vela. ¡Le quiso decir tantas cosas! Le quiso decir que él mismo llamó abuelo a alguien, cuando creía que sus dientes nunca caerían, y que sus cabellos no se tornarían del color de la nieve. ¡Le quiso decir tantas cosas! Pero no se las dijo. Sonriendo, se colocó obediente tras la valla. Rocío Ramírez Gámez.

NO ES UN BUEN DÍA PARA MORIR

Cuando Teresa se levantó aquella mañana, ni por asomo se imaginó que horas después estaría muerta. Se despertó con un fuerte dolor de cabeza. La noche anterior se había fumado un cigarro poco antes de ir a la cama, a sabiendas de que le sentaría mal, pero pudo más el ansia y la creencia de que aquello le relajaría. Se había equivocado por completo. Sentía la boca pastosa y reseca. Resistió la tentación de quedarse un rato más en la cama e hizo un esfuerzo inmenso por levantarse. Tenía que preparar a los niños, darles el desayuno, y procurar que se vistieran y lavaran la cara y los dientes. Parecía una tarea fácil, pero aquellos dos monstruitos la complicaban. Entró en el baño y miró cansada la enorme pila de ropa que se acumulaba en la cesta. No había parado de llover en días, y la secadora no funcionaba. Entró en la bañera. Necesitaba una ducha rápida y ¡vaya si lo fue! El agua salía helada. Había olvidado que la bombona se había agotado, y claro, Carlos estaba demasiado fatigado cuando llegaba de trabajar como para cambiarla por una nueva. Salió de la ducha y fue a su cuarto muerta de frío, envuelta en su viejo albornoz, deteniéndose en la habitación de los niños para comprobar que se estaban vistiendo a pesar del alboroto que formaban. Abrió el cajón y contempló consternada su ropa interior. No le quedaban más que bragas viejas, y en vista de que no había otra cosa, tuvo que conformarse con las ridículas bragas con el dibujo de una vaca que en su trasero adquiría enormes proporciones. Se vistió y se calzó con unos zapatos algo pasados de moda. Eran los más decentes que tenía, y le servirían para su propósito: acudir a una entrevista de trabajo en una oficina del centro. El tacón derecho bailaba un poco, pero total, si la seleccionaban para el puesto ya se haría con unos nuevos. Les sirvió el desayuno a los niños, sin querer detener su mirada en la montaña de platos que la miraban desde el fregadero. Eran de la cena de la noche anterior. No había tenido ganas de fregarlos, y en esos momentos, vistos a la luz del día, le causaban gran culpabilidad. Carlos se la había formado la noche anterior. - De verdad que no sé lo que haces durante todo el día. La casa está hecha una mierda. ¡Y ya podrías fregar! Me quedo pegado en el suelo. ¡Como si no se moviera en todo el día! A ver qué quería que hiciera si cuando llegaban aquellos diablillos que tenían por hijos lo revolvían y ensuciaban todo en cuestión de minutos, echando a perder todo lo que había hecho durante la mañana. Salieron los niños y ella con prisas, como siempre, como cada mañana, como era su costumbre, dejando atrás suelos pegajosos, ropa sucia amontonada y platos sin fregar. ¡Para que vengan de visita está la casa! Cuando los hubo dejado en el colegio, tras besos apresurados y manotazos de los chiquillos para impedirlos, se dirigió al centro. Iba caminando a paso rápido, pensando en sus cosas y no vio el pequeño bache de la carretera al ir a cruzar. El tacón se terminó de romper, y sin poder mantener el equilibrio, cayó hacia atrás. Quienes la vieron caer, relataron al ser preguntados que fue un visto y no visto. Cuando vinieron a darse cuenta, yacía de espaldas, desnucada contra el bordillo de la acera. Muerta al instante, con los ojos muy abiertos. Para Teresa todo transcurrió de manera lenta, muy lenta. Sus últimos pensamientos no iban dirigidos a su queridos hijos, ni a su esposo, ni siquiera a su madre. Teresa no se preguntó en esos momentos si había un Dios que le esperaba Allá arriba, si vería allí a su añorada abuela. No. Los últimos pensamientos de Teresa fueron para la pila de platos sucios que le esperaban en el fregadero, para la montaña de ropa acumulada sin lavar, para el puñetero suelo lleno de manchas. "¡No me puedo morir hoy! La casa no está para recibir visitas..." Rocío Ramírez Gámez.

Retomando el blog...

Queridos amigos, queridos todos: El refranero español es muy sabio. Prueba de ello es que a mí, personalmente, se me pueden aplicar muchas citas. Por ejemplo: "Quien mucho abarca, poco aprieta". He querido hacer tantas cosas a la vez, que tuve que dejar un poco abandonado el blog, donde os iba informando puntualmente de todas las novedades acerca de "Duerme, que viene el coco", así como de los relatos que iba publicando. He decidido retomarlo, y para empezar voy a dar entrada a todos los relatos que tengo en Facebook, reseñas de libros que voy leyendo y demás cosas curiosas que se me vayan ocurriendo. Deciros que sois libres de comentar sobre todos estos temas, y que más adelante habrá concursos y sorteos. Un abrazo de vuestra amiga, Rocío.

miércoles, 15 de junio de 2016

¡Enhorabuena a los ganadores!

Ya tenemos ganadores del sorteo de "Duerme, que viene el coco" y "La burundanga". Son: Andrea Gadea Valiente. Jesica Ruiz Vicente. ¡Enhorabuena! Disfrutad de vuestro premio y gracias por el apoyo recibido.

viernes, 10 de junio de 2016

¡Último día!

Hoy es el último día para participar en el sorteo de un ejemplar de "La burundanga" y un ejemplar de "Duerme, que viene el coco". Si aún no has dejado tu comentario, tienes hasta las 23:59. Anímate y ¡Suerte!

sábado, 21 de mayo de 2016

Trailer "Duerme, que viene el coco"

Trailer "Duerme, que viene el coco"


¿Aún no habéis visto el Trailer de "Duerme, que viene el coco"?

Aquí lo tenéis...ESCALOFRIANTE, MISTERIOSO...

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